"La última del Ayuntamiento de Muro. NOS SUBEN 23 IMPUESTOS, en conclusión, NOS SUBEN TODOS LOS IMPUESTOS. Se aprobó en el último pleno, con la negativa del PP en minoría, la subida de 23 tasas que afectarán, cómo no, a los mureros que curran para tirar adelante sus familias, sus vidas y sus ilusiones. Eso sí, con estas actuaciones de los bloqueros, nuestras ilusiones se van concentrando en una ilusión cada vez más unánime: “váyase, señor Climent, váyase”. Ellos, los bloqueros, afirman que es normal subir los impuestos al nivel del IPC, o sea, lo que se encarece la vida cada año. Sí, eso es normal, porque gracias a gestores y políticos que no son bloqueros, el nivel de vida en España aumenta. Pero NO es normal que el Impuesto de Bienes Inmuebles y el ICO los aumenten más, mucho más de lo que marca el IPC. El Impuesto de Bienes Inmuebles ha subido un 47% en dos años seguidos y el ICO un 50% en un año, eso es una auténtica canallada a los trabajadores mureros, por muchas historias infantiloides y degradantes para el oído que nos cuente el señor Manolo Lloret. A quien le recomiendo que deje de manipular la información real para vendernos motos y camiones y hable con transparencia, porque a Delia, querida periodista en Muro, le consigues que se gane el cielo en las entrevistas en Radio Elite.
En definitiva ¿Por qué 23 impuestos suben un 3’2% y otros 2 impuestos suben un 50%? ¿Por qué suben una barbaridad los 2 impuestos que más recaudan para el ayuntamiento? o, mejor dicho, ¿por qué suben los impuestos que más sangran los bolsillos de los currantes mureros? ¿por qué han subido tasas que apenas recaudan nada al cabo del año, si la subida apenas conseguirá nada? ¿Por qué? Todo tiene una explicación sencilla: les falta dinero, están secos de fondos, pero sus bolsillos no se secan no, sobretodo el del alcalde, con medio kilo de pelas seguras al mes, que nadie tocará, ni traspasará de un presupuesto a otro para compensar pérdidas. El campo de fútbol que vale un millón de euros nos va a costar a todos los mureros un sacrificio casi mortal, recuérdenlo, porque no se va a pedir ninguna subvención. Lo pagaremos todo de nuestros bolsillos: campo, gradas, vestuarios, accesos, iluminación, mantenimiento, y demás instalaciones necesarias. Nuestro ayuntamiento gasta demasiado; gasta tanto y ha ajustado tanto los presupuestos que no le queda más remedio que subir los impuestos. Y verán los lectores como esto no acabará aquí, más bien, acaba de comenzar un calvario para el desarrollo de Muro, el bienestar de sus familias y sus trabajos, pues tendrán que currar más horas y apretarse el cinturón. Qué suban los impuestos, qué suban, y los bloqueros empezarán a bajar."
